Caleteros por el mundo: BALI (Indonesia)

Hace unos días la primera dama, Angie, y yo llegamos de la Honeymoon en BALI (Indonesia). El viaje es largo de cojones (16 horas de vuelo más el AVE a Madrid y las esperas en el aeropuerto de Bangkok (Tailandia) para hacer escala). Una pasada de horas que merece la pena pasar puesto que BALI es una isla increíble.

El primer día fuimos a ver un par de templos importantes. Uno en Tanah Lot (el que está en el mar), y otro en Mengwi. Guisi nuestro guía nos explicaba que allí aún hacían culto a los dioses. Como podéis ver en las fotos y en el vídeo es una auténtica pasada.

Yendo a ver los templos pasamos un poco de miedo puesto que los balineses conducen como cabras. Hay un montón de motos y el tráfico es mortal -sólo hay una carretera que llega a todas partes- . Finalmente llegamos sanos y salvos al hotel MELIÁ BALI, donde estábamos alojados. Cuatro restaurantes temáticos hacían de nuestros almuerzos y cenas una aventura diferente cada día. 

El segundo día fuimos a montarnos en elefante. Esta excursión fue impresionante. Nos lo pasamos muy bien viendo, tocando y montando aquellos pedazo de elefantes. Angie más que yo puesto que he de decir que estaba un poco giñati como podéis ver.

Después de montarnos en un elefante vimos el show que hacían en donde pintaban, jugaban al baloncesto y al fútbol!! -Ojo al elefante que le pega mejor que algún jugador caletero-.

El tercer día pasamos un poco de miedo con los monos en Monkey Forest en la ciudad de Ubud. Habíamos leído que los monos estaban adiestrados para abrir las mochilas y robar cual caco -senante- de la vida. También habíamos leído que eran agresivos. Aún así decidimos ir puesto que nuestro guía, Gisi, nos dijo que eran exageraciones... juzguen ustedes mismos: 

Tras ver que el mono del tercer vídeo intentaba morder al guiri (bulé en balinés) decidimos irnos de Monkey Forest. Paseando por la calle principal de Ubud nos encontramos con un campo de fútbol en un lado de la calle. Cómo no, la foto era obligada:

Luego, Gisi nos llevó a almorzar a un restaurante con unas vistas guapísimas donde aprovechamos para probar el vino de la comarca balinesa. Antes del vino abrimos boca con una Bintang, cerveza de Bali.

Como habíamos hecho tres excursiones ya teníamos mono de playa. Los cuatro días que quedaban decidimos aprovecharlos en la playa bañada por el Océano Indico. 

Un día nos sorprendimos al leer un cartel en el que ponía que en caso de Tsunami había que salir por patas hacia los edificios más altos (cuatro plantas tiene cada uno...). 

El penúltimo día decidimos ir a ver el atardecer a Kuta que tiene una gran playa también y que es famosa por el turismo australiano que tiene. Después de la puesta de sol fuimos de compras por las tiendas de allí regateando a los indígenas del lugar a los que les cortábamos rápidamente diciéndoles: Terima Kasih (Gracias en indonesio).

La última noche, cuando tomábamos unos cubatillas de ron Jamaicano, pudimos disfrutar de una sevillana balinesa, baile flamenco arraigado de allí. El vídeo no tiene desperdicio.

En definitiva, un gran viaje para una gran luna de miel!!

Besos y abrazos,

Jose Makika Del Nido