martes, 29 de marzo de 2016

0-0 y lo que el ojo (del árbitro) no ve

Muy buenas noches a todos.

Mi nombre, como ya sabréis, es Michael Robinson y os traigo la crónica de los apasionantes cruces de cuartos de final de la copa de la Liga Robles.


Los elegidos fueron: Griposo Nash, Karlos Jesulim, Zanetti, Borrego, Kexu, Nano, Viola, PepeNzonzi y Markés.

El partido pintaba a cara de perro entre dos rivales que ya se conocían y se respetaban de la liga. 


El partido empezó, entre aires de Semana Santa, con un ritmo rápido. La defensa caletera se imponía en los primeros instantes con un futbol rápido intentado romper por bandas. El rival, Ocopo, bien plantado, intentaba salir a la contra con sus jugadores habilidosos, los cuales fueron controlados en todo momento con la defensa caletera que se presentaba imponente como el palio de la Esperanza de Triana (teníaque meter por la fecha en la que nos encontramos un toque semana santero).

Poco a poco Ocopo fue imponiendo su físico y haciéndose con el control del partido, pero sin causar demasiado peligro salvo un par de disparos al palo (uno desde el mediocampo y otro muy escorado en la segunda parte). Así pues, poco más que decir de la primera parte. Ambos equipos respetándose en exceso, el equipo caletero muy bien plantado y mucho centrocampismo. El pitido final a la primera parte llegó con el 0-0.


Comenzó el segundo tiempo y aquí lo jamás visto en un terreno de juego. El juego se desarrollaba tal y como acabó la primera parte: Ocopo con el control del balón y el Sporting de la Caleta muy bien posicionado en el campo sin sufrir y esperando una contra. La misma llegó en los pies de nuestro jugador caletero Viola, quien tras regatear un par de jugadores batió por alto al portero rival. Los jugadores del Ocopo se lamentaban del gol encajado pero el Sr. Colegiado decidió pitar fuera. Los jugadores caleteros no podían creer lo que veía. Tras marcar el colegiado no dio validez al gol. Las protestas se generalizaron y Griposo protestón Nash considero que hasta ahí había llegado la broma y tras dirigir varios piropos al árbitro se fue a la ducha a limpiarse tranquilamente y en soledad.

Como lo leen, gol legal de Viola que el árbitro no valida.

Tras el gol el equipo caletero intentó no perder los nervios y tocar para que acabase el partido. Así lo hizo, abrió bandas y en defensa tocaba una y otra vez sin arriesgar. Ocopo asustado por el gol e incrédulo con el regalo que habían recibido se conformaba con el empate y no presionaba. Con esto, llegó el final del partido.


Comentar que una vez en el vestuario y con algunos miembros caleteros con sus miembros al aire, tuvo lugar la visita del trencillas para intentar convencer de lo incomprensible. Esto encendió las iras aún más del equipo blanquiceleste.

Lo importante, el juego competitivo y compacto. Con eso se deben de quedar los jugadores. El resto, fue una joda de videomatch.


No quiero terminar la crónica sin antes compartir una foto del señor colegiado que muy amistosamente se acercó a nosotros para intentar explicar lo ocurrido.

 


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