Muy
buenas a todos. Mi nombre es Michael Robinson y esta semana me han
encomendado la crónica de la sección de futsal. El escenario era el
idóneo para la práctica de ese arte llevado al deporte. Última
semana de abril, temperatura cálida, 21.20 h, las mujercitas van
dejando los abrigos en los armarios, las golondrinas voltean en giros
simétricos el cielo haciéndonos gestos explícitos del summer is
comming.
El
encuentro del Sporting de la Caleta coincidía con semifinal de
Champions, pero ese partido no nos interesa, nos centraremos en aquel
donde se vive el futsal con intensidad, donde todos los sentidos
están puestos en ganar, donde es una forma de vida, una ilusión,
una hermandad: futsal en sentido estricto.
Casualmente
(o error de una mano negra) el Sporting de la Caleta debutaba en la
Copa con el mismo rival con el que lo hizo en liga, el
Viejas Glorias (totalmente rejuvenecido con el hermano secreto de
Lionel Messi, o al menos tenía todo su careto).
La
convocatoria fue difícil de determinar, por decisión técnica y con
mucho pesar para el técnico se quedaron fuera de la lista jugadores
de muchos quilates, pero a alguno le tenía que tocar esa “lotería
indeseada”.
Los
afortunados para la disputa del choque y sumar otro partido más a
las estadísticas fueron: Sergio Dragón, Kexu Prima, PepeNzonzi,
Profesor Montaño, Luisa, Pollo JuanFran.
Nada
más pitar el inicio del encuentro el árbitro del colegio manchego
Don Chechu, se vio a las claras el devenir del partido. Viejas
Glorias pronto se hizo con el balón y los caleteros agazapados
esperaban como aves de rapiña cualquier recoveco de su rival herido.
Destacar las numerosísimas ocasiones caleteras, claras como una
mañana de primavera, pero que no se materializaron en gol. Ante la
máxima del futbol de que quien perdona (además de ser morcilla)
acaba perdiendo, el Viejas Glorias, en dos chispazos, letales como
lava de volcán, consiguieron batir a Sergio Dragón, quién a pesar
de su estirada y sus quemaduras en codo y rodilla, poco pudo hacer,
solo ver al rival celebrar el gol como una piña de frutería.
El
escenario pintaba feo, más feo que la uña del pie de PepeNzonzi.
0-2 y sin explicación a los fallos tan clamorosos en ataque. En ese
momento, el Olímpico de Tartessos decidió que el campeón de copa del 2014 no podía seguir así, cambió el aroma del ambiente, las golondrinas
cagaban en campo rival ante el asombro del Viejas Glorias, los
caleteros tiraban de orgullo y se les hincharon los cataplines y tras
un rebote de un doble penalti tirado por Luisa, fue el mismo Luisa quien fusiló como militar loco al portero rival. 1-2, no estaba todo
perdido. En otra jugada inmediata, PepeNzonzi, quien no estaba en
fuera de juego, se fue de dos rivales y quizás, siendo la ocasión
menos clara de las habidas, se bastó para poner el empate. Bien, 2-2
y cambió el escenario tajantemente. Y final de la primera parte.
La
segunda parte fue algo más conservadora para ambos equipos. Los dos
equipos se habían enseñados sus armas, y esos 25 minutos sirvieron
para saber de qué eran capaz ambos quintetos. El Viejas Glorias fue
quien más lo intentó, quizás, o quizás no, no se sabe. Lo que sí
es definitivo es que el marcador no se volvió mover y ambos equipos
salieron satisfechos con el resultado, ya que pudieron ganar, perder
o empatar e incluso suspenderse por fuerte temporal.
Punto
suficiente pero que obliga a ganar los otros dos encuentros,
relativamente más fáciles y por la mayor diferencia de goles
posible para asegurar un cruce asequible.
Tras
esto, los caleteros se fueron al bar de Luis (quien cada vez pone las
birras más cortitas y más caras).
La
reflexión de la noche fue: mangalarga o mangacorta?
#sudaderismoatope
El
desenlace de la reflexión, la próxima semana, aquí, en Canal +
Deportes con un servidor, Michael Robinson.