Veintitrés
de Julio de 2015. Llegó el día. Se iniciaba un bonito viaje por tierras
lejanas, desconocidas, pero dentro del continente europeo. Los viajeros se
encontraban en Atocha, ya que procedían de lugares diferentes. Dos Interinos de
la Docencia Andaluza. Nada más y nada menos.
Salimos
desde Madrid con destino a la capital de Hungría, la maravillosa BUDAPEST.
Ciudad bonita, con un gran encanto, pero con unas altas temperaturas que nos
hacían sudar la gota gorda, menos mal que siempre lo amenizábamos con una
bebida lugareña. Visitamos el Parlamento, diferentes plazas de la ciudad, Isla
Margarita, unos baños increíbles (gracias Borrego), la Sinagoga, y otros muchos
lugares de interés.



Desde
Budapest, tomamos un tren (no sin ciertos inconvenientes previos) hacia otra
capital europea, en este caso la capital de Eslovaquia, la pequeña BRATISLAVA.
Una vez allí, y dejadas las pertenencias en el hostal, nos dirigimos a conocer
la ciudad y mezclarnos con el pueblo. Como podréis observar, la temperatura
cambió de forma radical, apareciendo incluso la lluvia y el frío. Lo cual no
nos detuvo ni impidió que nos tomáramos nuestra cervecita (ojo a la graduación
de la misma)



Desde esta
bonita y coqueta ciudad, nos volvimos a cambiar de país, siendo Austria nuestro
anfitrión, cuya capital VIENA, me dejó sin palabras. La recorrimos
durante 3 días, y me gustó muchísimo. Es una ciudad majestuosa, con grandes
edificios, preciosos palacios, increíbles rincones ocultos, un barrio dedicado
sólo a museos, los cuales hay que visitar. Una maravilla.





Desde allí,
cogimos nuestro primer tren nocturno rodando por esta Europa, y nuestro destino
fue el sur de Polonia, a la ciudad de CRACOVIA. Muy bonita ciudad, con mucho
encanto, pero demasiado turística a mi entender, sobre todo el centro de la
ciudad.



Siguiendo
hospedándonos en Cracovia, nos desplazamos a pasar el día a uno de los
objetivos principales de este viaje para mí, y no es otro que el CAMPO DE CONCENTRACIÓN NAZI DE AUSCHWITZ. No puedo
encontrar las palabras para describir todo lo que sentí estando allí dentro,
sales de allí con el cuerpo cortado. Es por ello que sólo voy a colgar algunas
fotos, que para muestra un botón es suficiente.
“Quién no
conoce su historia está condenado a repetir sus errores”

Una vez de vuelta a Cracovia, pudimos
disfrutar un día más de sus calles, visitando el barrio judía, con sus
múltiples Sinagogas y su mercado.

Por tanto, una vez más nos desplazamos en tren, otra vez
nocturno, para volver a nuestro origen, BUDAPEST.
Mientras hacíamos tiempo para coger
nuestro avión a Madrid, pudimos visitar el Gran Mercado Central de Budapest,
así como otros lugares de interés.

Y así, el 3
de agosto de 2015, concluimos nuestro peregrinar por tierras europeas. Espero
que os haya gustado y disfrutado con esta pequeña historia veraniega.
Luisito Colubi