No era un domingo cualquiera. Era el domingo con las temperaturas más bajas de todo el año, llegando a ser de -1°C momentos antes de empezar a pedalear.
Pero empecemos por el principio. Se citaron siete caleta-bikers con ganas de disfrutar de una gran jornada sobre dos ruedas. Los siete magníficos valientes fueron (Kika Jalabert fue baja de última hora):
- Cerrojo Ullrich
- Javier Riis
- Luisito Zulle
- Carlos Escartín
- Pepa Delgado
- Andrés Amstrong
Nuestros bikers se citaron a las 8.00 en el puente del alamillo para dirigirse al pueblo de Guillena, donde montarían bicis, arreglaron posibles deterioros y se pusieron en marcha al ritmo de una visita turística de la tercera edad, entre lamentos y comentarios varios sobre “la pelúa” que hacía.
Estos primeros kilómetros sirvieron para ir entrando más o menos en calor, pero se tuvieron que detener debido a un pinchazo de nuestro new boxer Cerrojo Ullrich. Además, el miedo a una posible pájara le rondaba la cabeza. Después de la intervención de nuestro servicio técnico y averías, seguimos pedaleando, con Ullrich totalmente repuesto y con fuerzas.
Llegamos hasta el mirador donde se podían observar unas vistas increíbles y donde Escartín demostró sus dotes y skills en los descensos, marcándose algunas de gran calidad.
Tras el buen desayuno y conversaciones sobre la ruta a seguir posteriormente, se decidió seguir por la cuesta de los toros, la presa y subida y bajada hasta Castilblanco.
La cuesta de los toros (puerto de especial categoría) se suponía duro y complicado. Y así fue. Chava y Zulle recordaron la ya mítica subida a los depósitos, con Pepa Delgado acompañando gran parte de la subida. Finalmente, Chava y Zulle llegaron a la cima uno al lado del otro, felicitándose por el esfuerzo realizado, no sin antes haber intentado dejar atrás a su rival.
Posteriormente, hubo un pequeño y bonito descenso hasta la Presa de Castilblanco donde empezaba el último puerto de la jornada (1ª Categoría) donde Cerrojo Ullrich mostró que estaba totalmente recuperado y superó a todos sus rivales, llegando Zulle a pocos segundos y Delgado posteriormente.
Una vez arriba, la tropa se dirigió hacia Castilblanco de los Arroyos para continuar por “la trialera” hasta Guillena, donde hubo un más que merecido almuerzo para reponer fuerzas.
El cronista de L’Equipe