jueves, 25 de julio de 2019

Diario de un triCAtLETA: Granada tiene un Triatlón Especial!!

Llegaba la fecha marcada a fuego en mi calendario, 21 de julio, VIII TRIATLON DE SIERRA NEVADA. Desde que el año pasado mis compañeros de batalla me embaucaron para participar en el Triatlón de Sierra Nevada, lo probé y lo terminé, lo tenía claro, este año tenía que hacer la modalidad Olímpica, tenía que terminar el Triatlón más duro de España en esa distancia. Todos los entrenos, pruebas y esfuerzos realizados hasta esta fecha estaban dedicados a terminar esta prueba, y todo salió a pedir de boca.


Esta prueba es especial, no por la dureza, no por la distancia, sino por la convivencia, después de la experiencia vivida el año pasado, son tres días de disfrute de mi familia, de la familia que he podido escoger, y creo que no me he equivocado al elegirla. Pero faltaba algo, nos faltaban piezas importantes del grupo, este año por motivos médicos, el principal impulsor de esto no podía venir, el resultado de mi prueba se la dedicaría a ellos. 


En esta ocasión nos alojábamos en la misma plaza de Pradollano, justo en la zona de boxes de la T-2 a 2100m de altitud. Todo iba del carajo, el alojamiento, la temperatura, la prueba que hicimos el sábado subiendo en bici hasta los 2.600m de altitud, para probarnos, hasta que recogimos los dorsales, ahí empezaron a aparecer los nervios, esto iba en serio, esto empezaba. 



La prueba arrancaba a las 9:00 desde el pantano de Canales a 980m de altitud, en Güejar Sierra.  A las 6:45 en planta y a desayunar, a las 7:15 dejamos el equipo para la carrera a pie en los boxes, y nos suelta uno de la organización "uff vais justillos para llegar a dejar las bicis en boxes allí abajo", justillos dice, si queda una hora y media, pero para que dice nada, bajamos la carretera de la Sierra con el coche que nos las pelábamos, algunos compañeros bajaban en bici, si yo llego a hacer eso, no participo (me cago to en las bajadas), si alguien conoce la carretera del puerto de El Duque, íbamos bajando por ella, para mi conductor y compañero (Rafa) aquello era una autopista, había que llegar ya, pero para mis creo que casi arranco el asa de la puerta. 


Llegamos al pantano, on time, todo bien, y nos dicen "agua a 25ºC neopreno prohibido", perfecto, es lo que quería escuchar, no me quería ver en la tesitura de elegir o no si ponerme neopreno, un problema menos de lo que preocuparme. Entro en boxes, mi dorsal, el 38, a colocar la bici y a concentrarme en la prueba, 30min. para que esto comience. Llego a mi cesta, cuelgo la bici me agacho a colocar la casas, resoplo, resoplo y vuelvo a resoplar, algo me da en la cabeza, miro al suelo, un trozo de palo que alguien me ha tirado, me giro con mi parsimonia que me caracteriza, y ahí están, el "calvo" y la "diplomaducha", literalmente "Se me caen lo huevos al suelo" han venido, ha hecho 400km sólo para estar con nosotros en día de la prueba, para acompañarnos, eso no tiene precio, por estas cosas sé que he escogido bien a mi familia.  Los abrazo y me pongo a charlar con ellos, de repente los nervios se fueron, pero habían estado, y prueba de ello es que había colgado la bici y dejado las cosas en un puesto que no era el mío, Rubén me dice, "quillo tu que dorsal eres?", "yo el 33 le digo, ,,,, ¡Hostia, no el 38!" a cambiar las cosas, menos mal que estaban cerca. 


Una vez solucionado, nos ponemos a mirar al pantano, un pantano mermado en su nivel de agua, pensaba que en vez de nadar, íbamos a hacer aquagym en el fango, y de repente, empieza a emanar, si, a borbotones, un agua sucia, negra con restos, que por momentos mi hizo pensar en abandonar, ahí no me meto. La "cosa del pantano" se disipaba y me metí al agua, estaba bien, se podía nadar. Al lio. 

Suena la bocina arrancamos, este año me sentía bien, aunque los primeros 500m siempre son un calvario, podía nadar, me sentía mucho mejor que el año pasado, hasta que antes de llegar a la boya 1, ZASCA! un codazo me pone las gafas igual de pegadas a los ojos que las lentillas, creía que se me salía el ojo derecho de la presión que ejercía las gafas, paro medio me las pongo, y a seguir nadando, cojo mi ritmo, esto creo, que sin ser mi mejor tiempo, va bien. Salgo del agua, en 29 min. sin duda un buen tiempo (para mi), pillo la bici, me harto de correr por ese box interminable, me monto y nada, plato chico y a subir, primer rampón apretar los dientes, Rubén e Isa, me animan desde la base del repecho, al lio, comienzo a quitarme a gente de delante nada más salir, segundo rampón, todavía pero, vamos, vas el 75 me dice una voluntaria, "otras, de puta madre", pienso bajada a Maitena, la odio, me tiemblan las canillas, voy bajando, seguro, bien, hasta que una furgoneta, se para en la trazada de una curva de herradura, está en mi trazada, me la como, al carajo el triatlón, bloqueo la rueda trasera, una vez, suelto, otra vez, me suelto de mano y me casi apoyo con el codo en la furgo, de la que me he librado, creía que todo se acababa ahí, llámalo suerte, llámalo destreza (creo que es más suerte que otra cosa) pero puede seguir. Y empezaba la subida de El Duque, amigos ciclistas, tenéis que hacerla, es algo impresionante. Subo a mi ritmo intercalando las tres últimas coronas de los piñones, el plato grande, ni esta ni se le espera. Rampas de hasta un 22% en alguna curva, guapo, sombrío, una gozada; me encuentro bien. Llego al alto de Hazallanas, El Duque está a punto de terminar, lo corono, bajamos un poquito y ya estamos en la carretera de la Sierra, que no la dejaremos hasta Pradollano, seguimos subiendo, carteles de 1750m, 2000m Sierra Nevada al fondo, y que no llego, siempre está igual de lejos, la carretera engaña, entre un 4-5% casi continuo, no para de subir, ya estoy en Pradollano, pero este año como se me antojó hacer el Olímpico, tenía que seguir subiendo hasta la Hoya de la Mora, giramos en la rotonda, esta mi familia, mi mujer y mis hijos, se me recargan las pilas, son lo que a Popeye las espinacas, noté como podía seguir con más fuerza aún, vámonos que esto se acaba sí o sí. Subo, subo y sigo subiendo, primero al CARD de la Zona Media, luego hasta el km 37 de la carretera, a 2.400m de altitud, llego justo, giro en el cono, tiro el cono, me acuerdo "del Carvo", empiezo a bajar, si, otra vez a bajar (y cagar) llego a Pradollano de nuevo, Nati esta desgañitándose en la entrada, sólo puedo darle las gracias, me bajo de la bici, todo ok, no tenía prisa por hacer una transición rápida, quedaba mucho todavía, mi sitio, el 38, no te equivoques de nuevo, el 38. Llega Nati corriendo, allí están todos y a todos gracias, salgo a correr. En esta ocasión lo de correr es un eufemismo, arrastrase es la palabra, la carrera a pie más dura a la que me he enfrentado, si las bicis son para el verano, las pistas de esquí son para el invierno, "joe, que pechá" de andar me pegue, rampones para arriba, rampones para abajo, llegamos hasta el punto más alto veo a compañero caerse literalmente de dolor, no podía seguir,  llego a una zona en la que se puede correr, y lo hago empiezo a bajar de 5' puedo hacerlo, me queda una vuelta, vuelvo a empezar, otra vez a subir, subir y subir, aguantándome y ayudando a mis cuádriceps a subir, y vuelvo a correr. Para llegar a meta, había que hacer una bajada tremenda las rodillas creían que no lo soportarían, pero ahí están de esa manera, cada una por su lado, que malo soy corriendo, pero llego, miro el reloj, 7km, todavía faltan 3, a ver que nos tienen preparado, subo las escaleras para llegar a plaza Andalucía, y me dice la voluntaria, meta esta al final de la escalera, !Hostia que termino! y terminé, alfombra roja, mi gente y paso por meta, 3:35:28,  el 50 de la general y 19 de mi categoría, exhausto, sin aliento, con la boca abierta como un gorrión para coger aire, abrazo a Nati y los niños. Esto ha acabado bien. Tocaba disfrutar de lo conseguido, beber toda la cerveza que nos pudieran poner en la carpa de San Miguel, (que no fueron pocas, la cerramos).



Ahora a descansar, unas semanas de descanso y ya pondremos el siguiente objetivo, pero ahora a disfrutar de ellos, que se lo merecen.



Vengo con la sensación y la certeza de que no me he equivocado, lo mucho o poco que llevo vivido, según quien lo mire, me ha puesto mucha gente por delante, y creo que entre tanto ruido he encontrado la mejor de las sinfonías. GRACIAS.