
Chirola Romero formó parte del plantel que consiguió el campeonato mundial sub-20 en 1997. Este hecho no pasó desapercibidos para los clubes europeos y más concretamente para los españoles. En 1999 a punto estuvo de recalar en el Mallorca. Sin embargo, en el último momento fue el mismísimo Griguol quien no sólo detuvo el traspaso sino que además terminó por convencerle para incorporarse a uno de los peores Betis de todos los tiempos, el de la temporada 99/00.


A inicios de la 00/01 ya con el Betis en Segunda, Fernando Vázquez lo descartó y le obligó prácticamente a marcharse al Toulouse para allí permanecer en dicha campaña. En Francia coincidió con Edwin Congo, Barkero, Emaná y Bonilla. No jugó mucho. De hecho, participó sólamente siete encuentros, en los que consiguió anotar 1 gol.
Con contrato en vigor con el Betis, en la 01/02 militó cedido en el Córdoba. Duró poco, ya que en el mercado invernal regresó a su país para vestir la camiseta de Racing Club de Avellaneda, que pagó por su traspaso cerca millón y medio de euros. Al menos el Betis sacar algo.

Allí permaneció hasta que en la 06/07 el Panathinaikos griego solicitó sus servicios. No le fue mal. Gozó de bastantes minutos, se hizo un fijo y hasta marcó varios goles. Sin embargo, a inicios de la 08/09 la morriña le hizo retornar una vez más a su país pero para incorporarse al equipo que le vio nacer futbolísticamente y del que es socio e hincha, Gimnasia y Esgrima.
Actualmente, el Chirola Romero es uno de los jugadores titulares indiscutibles del Gimnasia, y el estilo de gambeta desgarbado y con desparpajo que le caracterizó en su paso por España se transformó en estilo un tanto más sobrio pero muchísimo más eficaz que combinado con la experiencia acumulada le hace uno de los grandes jugadores del fútbol argentino actual. Lástima que acá en España no triunfara...

1 comentario:
Corta y pega?
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