Como prueba preparatoria a un mes del objetivo de la temporada se me ocurrió la brillante idea de ir a Villanueva del Río y Minas (Sevilla) a intentar completar su famoso Triatlón Cros, una prueba con mucha solera y tradición en el calendario andaluz, esta era ya su XXVI edición y prueba que daba el pistoletazo de salida al campeonato andaluz de Triatlón Cros, es decir, entrar en a primera página iba a estar difícil no, lo siguiente.
Las distancias eran las de un TriCros corto, es decir, 500m/12km/3km que había que completar con un solano de la leche. Parece que es decir Triatlón Cros y el calor más extremo hace acto de presencia.
Salimos de Trigueros a las 14:30 con las frescas para aclimatarnos, y llegar a Villanueva a tiempo de buscar dónde era la prueba, ubicarnos y tener tiempo para hacernos a la idea, de lo que íbamos a sufrir.
Hora de colocar el material, este triatlón tenía dos zonas de transición con un acceso a la T1 que necesitaba de una carrera a pie extra, con unos 300m entre el pantano y las bicis por un pedregoso camino.
Nos llaman para empezar y tras unos minutos de espera, al agua, un agua que aunque limpia, era un embalse oscuro donde no se veía más allá de la punta de nuestros dedos. Bocinazo de salida, empiezan los guantazos, agarrones y agobios. Somos muchos y todos queremos ir por donde mismos y además no nos veíamos, de repente un compañero se para y da la vuelta, paso literalmente por encima. Tras muchos manotazos y tras una buena natación salgo del agua, me pongo los zapatos y a buscar la bici.
Cojo la bici, comenzaba mi sector, la cosa empezaba con una subida de unos 2km en la que me quito de delante muchos compañeros; las condiciones de la pista me eran favorables y el recorrido en bici era muy rápido y familiar, con alguna curva muy cachonda que hacía peligrar el estado actual de mis dientes. Todo el sector se desarrollaba por pistas muy similares a mi zona habitual de entrenos, con lo que me encontraba cómodo pedaleando, aunque de vez en cuando alguna subida con pendientes de más del 15% me recordaba que aquello iba de sufrir.
Llega la T2 transición rápida, salgo a correr creyendo que iban a ser 2km pero las cuentas se me habían ido, había una más que yo no contaba con él. Nada más salir los bomberos de Villanueva nos refrescaban pulverizando agua desde el camión, cosa que se agradecía, la calor no se iba y hacía aún más dura la carrera que quedaba. Mis ritmos eran constantes metro a metro, y aunque como es habitual no levanto mucho los pies (me podría dedicar al esquí de fondo) ganó alguna posición, me cruzo con Rafa Álvarez que otra vez más se me une en la aventura, ya estamos a punto de terminar. Encaro la recta de meta, alfombra verde, esto se había acabado. Extenuado, agotado y satisfecho, este triatlón se había acabado con muy buenas sensaciones que es lo que buscaba. Ya estamos muy cerca del objetivo y estás pruebas nos dan un plus de confianza y ritmo de cara a lo que se me viene.
Próxima parada, 29 de junio, Acuatlón de Mazagón, para poner broche final a la preparación y como antesala de lo que está por llegar, pero antes el MiniTricatleta hará dos pruebas del circuito de Sevilla y estaré con él ayudando y apoyándole en casa brazada, pedalada o paso que dé, entrenando, compitiendo y disfrutando juntos.
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