El pasado 26 de octubre de 2024, Almería se convirtió en el escenario de uno de los eventos deportivos más desafiantes de España: La Desértica de la Legión. Con un recorrido de 111 kilómetros, un desnivel positivo de 2,376 metros y un negativo de 2,393 metros, esta prueba ofreció todo lo necesario para poner a prueba cuerpo y mente.
La salida tuvo lugar en la ciudad de Almería, pasando por la emblemática Base de la Legión Española, continuando hacia Alhama, Los Álamos y el temido Alto de la Chanata. Desde allí, la ruta descendió hasta Félix, cruzó por La Envía y culminó en la meta en Roquetas de Mar. Un trayecto inolvidable, marcado por los paisajes desérticos y áridos propios de esta región, pero también por una organización impecable y el inigualable espíritu de camaradería que caracteriza este evento.
Un desafío épico
El reto principal de La Desértica radica en la combinación de una distancia considerable y un terreno técnico. Aproximadamente 18 kilómetros de senderos muy técnicos, con piedras sueltas, desniveles abruptos y un gran volumen de participantes compartiendo la estrechez del camino. Fue común ver a muchos ciclistas poniendo pie a tierra para superar los tramos más complicados, donde la seguridad primaba sobre la velocidad.
Personalmente, el mayor logro fue finalizar la prueba, mi único objetivo al inscribirme. Hubo momentos realmente duros, especialmente a falta de 25 kilómetros para coronar el Alto de la Chanata, cuando los calambres me jugaron una mala pasada y casi me obligan a abandonar. Sin embargo, gracias al apoyo de un amigo y a unas cápsulas de sales como NoCramps, logré recuperar fuerzas y continuar ascendiendo hasta alcanzar la cima. Benditos geles del Decathlon!
Los últimos kilómetros: un suspiro de alivio
Después de superar la Chanata, el recorrido se suaviza con un descenso que abarca los últimos 40 kilómetros, predominando las bajadas rápidas y algunos llanos. Aunque las piernas ya acusaban el esfuerzo, la emoción de acercarme a la meta en Roquetas de Mar lo hacía más llevadero.
Durante toda la prueba, el apoyo de los legionarios fue simplemente espectacular. En cada punto de avituallamiento, además de recibir bebidas isotónicas, agua, frutas y verduras, me sorprendió la calidad de las naranjas que te preparaban los legionarios. Estos pequeños detalles hacen que los 70 € de inscripción sean un precio más que razonable para una experiencia de este calibre.
Espíritu de camaradería
Otro aspecto destacado de La Desértica es el ambiente. Los participantes, tanto amateurs como más experimentados, muestran un espíritu de compañerismo único. Desde compartir consejos en los momentos más técnicos hasta animar a los demás a continuar. Sin embargo, no todo es perfecto: las bicicletas eléctricas, aunque útiles para algunos, generan tela caló en las subidas y, en ocasiones, complican el tránsito en senderos estrechos, especialmente cuando no se respeta a quienes van sin asistencia en la pedalada.
Reflexión finalLa Desértica de la Legión no es solo una prueba deportiva; es una experiencia de superación, compañerismo y conexión con el entorno. Terminarla es motivo de orgullo y una demostración de que, con esfuerzo y determinación, es posible superar cualquier obstáculo.
Para aquellos que buscan un desafío técnico, exigente y bien organizado, La Desértica de la Legión es altamente recomendable. Sin duda, volveré a repetirla. Espero pillar sitio en Ronda este año y repetir experiencia en tierras malagueñas.
Saludos caleteros,
MauriAndrés
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