02 II 20 (Fecha capicúa) Dentro de la preparación para la nueva temporada 2020 me adentré en la participación de mi segunda media maratón, son 21.097 Km, no estaba del todo preparado para ella, sólo llevo tres semanas tras el
parón de diciembre, pero se me había metido en la cabeza hacerla, y como decía Mecano, “allí me planté y en tu fiesta me colé”.
Como soy un animal inconsciente (sin desmerecer a los pobres animales), después de salir en bici el jueves, el sábado me da por hacer un 3.000 en la piscina y 6,5km a pie, para el domingo enfrentarme a las dos vueltas de las que consta el Medio Maratón de Huelva.
La salida era a las 10:30 de la mañana, pero a las 6:00 ya había dado como 3 vueltas al circuito sin levantarme de la cama, ya empezaba cansado. En esta ocasión al igual que el año pasado me acompañaban mi incombustible e inseparable Rafa García y un corredor de categoría que llegaba de hacer un tiempazo en la Maratón de Málaga, ambos se habían propuesto acompañarme para que mejorase la marca del año pasado, eso implicaba ir a 4:30 los 21k.
Gran ambiente de salida más de 500 corredores en el estadio de Atletismo Emilio Martín un ambiente y un día espectacular. El speaker da la salida una vuelta a la pista de atletismo y a las calles. Nada más salir un ¡¡Vamos Papi!! Sale de mi derecha, Óscar ha venido a verme con mi padre, esto acaba de empezar.
Mis dos liebres me llevan del carajo, los kilómetros se suceden y el ritmo es de 4:28, vamos muy bien, me encuentro bien subi-baja en las calles, la gran subida de la calle Puerto, la eterna Avenida de Andalucía, atravesamos la Universidad y vuelta al estadio, volvemos a empezar. De nuevo saludo a Óscar que me va siguiendo por algunas esquinas. Primera vuelta completada 4:24 si seguimos así lo bordamos.
A los 12Km empiezo a notar molestias en el empeine, las zapatillas llevan los cordones elásticos de los duatlones y creo que están más apretados de la cuenta, me empieza a doler de lo lindo y faltan aún 8 kilométros; de nuevo los subi-bajas; me empiezo a quedar rezagado respecto a los dos artistas, creo que ya no los voy a pillar, pero sigo aguantando. Calle Puerto, subida más importante de la carrera, mis amigos a 100m, subo, pero las piernas empiezan a pesarme y el empeine dolía cada vez más, seguimos peleando, los chicos se me escapan mi ritmo baja considerablemente, la Avenida de Andalucía se me hace eterna, empiezo a pelearme conmigo, mi cuerpo me decía “me quiero poner a andar, a retirarme, no puedo más” mi mente le contestaba, “esto es un entrenamiento para lo que queda por delante, hay que sufrir, y luego seguir sufriendo”. Sigo para adelante, 18K empieza la bajada para llegar a meta, en el Km. 19, en pleno páramo de la universidad el GPS se queda sin batería -igualito que yo-. No había ni un alma en la calle en esa zona, se hacen largos, destrozado, pero los 2 km finales terminan y encaro el estadio; Óscar de nuevo ¡Vamos Papi! EXTRAPOWER miro el reloj del coche oficial, 1:35:46, me queda la vuelta a la pista, ya no consigo mejorar, otro año será, vuelta al estadio medianamente decente y termino cruzo la meta 1:37:56, a 1’20” de mi marca, un buen entreno me quedo con eso.
Como dice un amigo y sabio en estos menesteres “nunca se le puede faltar el respeto a una prueba” y creo que a esta se lo falté. No venía preparado para lo que aspiraba y no lo supe ver, pero me quedo con el gran entrenamiento que fue y el rato de pelea que tuve conmigo, creo que era necesario y que me quedan muchos de ellos. Gracias a los galgos por acompañarme 15 kilometros podrían haber mejorado “muy mucho” sus marcas, pero se quedaron conmigo.
Seguiremos entrenando la temporada está a punto de empezar y aún queda mucho trabajo por realizar.
Mientras tanto #Nada #Pedalea #Corre
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