jueves, 31 de marzo de 2022

Diario de un TriCaletla: III TRIATLÓN OLÍMPICO JANDA Y SIERRA. "EL ROMPEPIERNAS"

En mi viaje hasta el Gran Reto que se presenta en mayo, había una parada marcada, la primera del año. Un TriOlímpico en pleno marzo, en el corazón de Cádiz, en la comarca de la Janda, en la acogedora localidad de San José del Valle. 

El finde empezada bien... el sábado durante la activación para el evento, al carajo el móvil beso el suelo como el Papa cuando aterriza, vaya manera guapa de empezar el viaje!!

Se preveía viento, mucho viento, y amaneció con viento, mucho más que viento, sus muelas como soplaba Eolo.  Amanecí con el estómago revuelto (cagao del tó vamos!) a pesar de ser un olímpico la sensación es de cague total. Esta vez me acompañaba mi compañero Rafa “Isla” Álvarez, un loco que un mes después de hacer la maratón de Sevilla, se mete en este embolado. 



Llegamos al Embalse del Guadalcacín, la furgo se meneaba con el viento, había oído hablar del levante de la zona, pero no lo había sufrido nunca. Aquello no era un embalse de aguas tranquilas, era la playa de Tarifa enlatada, con sus olas y sus rachas de viento, sólo faltaba las tablas y las cometas de KiteSurf por la zona. Tras una tensa espera, nos meten en boxes, sólo 150 participantes nos presentamos en la línea de salida, nos ponemos el neopreno obligatorio (agua a 15ºC) se mascaba la tragedia, risas y conversaciones nerviosas y sin más bocina y al agua.

Frío, mucho frío, agobio, cuerpo cortado, los primeros 500m fueron de puro sufrimiento, por primera vez sentía miedo en aguas abiertas, con la amenaza constante de la retirada. Trago agua, una jartá de agua, tiré de corazón e intenté seguir, primera boya pasada; las olas me hacía el nado muy complicado sigo bebiendo agua, me sentía torpe (más de lo habitual). Poco a poco avanzamos en los metros hasta virar en la última boya y encarar el arco de llegada, por fin esto se acababa. Sigo dando manotazos al agua hasta tocar con las manos el limo del fondo del embalse, por fin me podía poner de pie. Salí del pantano, y nos esperaba una transición larga, de unos 200m, subiendo por zonas de piedra y arena, el nivel de embalse nos hizo nadar muy lejos de las bicis.

Llego a la bici (por fin), comienza "El Rompepiernas". El viento iba a ser un factor fundamental en la prueba, una prueba SIN DRAFTING (con cuernos y a lo loco). El mantra estaba claro: sufrir, comer y pedalear. Y eso hice. La cosa empezaba bien, rampas superiores al 12%, al lío. Intentaba pedalear acoplado, todo lo que el viento me dejaba, pero las rachas superiores a 50km/h me zarandeaban en la bici como si de un paquete de gusanitos vacío se tratase, toda una experiencia. El sector en bici transcurría entre subidas angustiosas y bajadas de infarto, dehesas y ganado bravo. Adelantaba puestos me sentía fuerte, con cadencia y cabeza, mucha cabeza. El tramo de ida fue duro por el viento en contra, los meneos de la bici y las cuestas, pero en el momento que dimos la vuelta en la carretera, el viento nos favoreció, las subidas se hacían más llevaderas y las bajadas más peligrosas, la velocidad era enorme y las rachas más me movían, ¡¡CUIDAAAO!!  Sigo adelantando, no suelo mirar atrás, sólo me interesa lo que pasa delante, mi carrera, pero ver al que me precede mirando hacia atrás, una y otra vez, mientras le gano terreno, me da alas, me da un objetivo, “MODE HUNTER ON".  Así consigo adelantar algunos más bajando a más de 65 km/h entre curvas y cuernos de Fuente Ymbro. 

Llegamos al pueblo, he comido, bebido y hecho los deberes en el sector, veo a Nati y los niños, alegría y Extra Fuel!! Nos vamos a boxes. Transición correcta, todo en orden, salgo a correr, las piernas parecen pesadas, pero los primeros kilómetros son rápidos, fuera de mis tiempos, me regulo, doy una vuelta al circuito de carrera a pie, otro rompepiernas, subidas y bajadas por el pueblo (algunas pesan, otras dejan correr. De nuevo ellos,  me chocan las manos, me animan sólo quedan 6 km. 

Fotografía de Iván del Préstamo.

Me noto especialmente doblado, corriendo más desmontado de lo habitual (pobrecitos los que me estén viendo, vaya espectáculo) pero no voy tan lento como me podía imaginar. Segunda vuelta, sigo manteniendo el ritmo, adelanto a gente, sólo queda llegar a meta, aprieto lo que puedo, 400m, una subida dura y a buscar la meta. Giro encaro la alfombra roja (Noche de Oscars), me vuelven a animar, ahí está, ¡Vamos Papi! es lo único que quería escuchar, cruzo la meta. Objetivo Cumplido!!!

Primera toma de contacto del año con el triatlón, esta semana será de recovery para el Half del próximo domingo, esto se anima. Buenas sensaciones de cara a lo que viene, el asunto se pone serio y el entreno de Ruano va haciendo su efecto. 

Como siempre, esto no sería posible sin mi familia que me apoya incondicionalmente, y no es fácil, no sé si me merezco eso, siempre les estaré agradecido. Gracias!!

La semana que viene más, el Half de Torre del Mar, prueba de nivel para lo que viene. Mientras tanto....nada, corre y pedalea.

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