jueves, 28 de septiembre de 2023

Diario de un TriCatleta – Llegó Septiembre y con él ¡Operación vuelta al cole!

Después de un verano intenso llego septiembre, y con él la vuelta a la competición. El 17 de septiembre llegaba el momento de nuestro duatlón, el que con tanto mimo preparamos año tras año en Trigueros, nuestro duatlón cros “Duatlhon Cross Dolmen de Soto” en su novena edición. 

Como siempre organizar los días previos, montar la prueba el día D y correr a la hora H era lo que nos esperaba a nuestro equipo. Un equipo formado por grandes tipos que se vuelcan en el montaje y desmontaje de esta prueba y que son indispensables para que la competición salga perfecta, y este año salió perfecta. 


Tras el montaje a las 11:00 salimos a correr, un 6000 rápido, en el que cuando llevaba apenas 1km me tuve que parar para poner una valla y avisar un voluntario que faltaba, todo se arregló y mi carrera siguió su curso. Complete las dos vueltas, manteniendo un ritmo constante deseando llegar a la BTT que es lo que mola. 

Cambio de modalidad pasamos a la bici, la gente animaba a las puertas del parque, casco, bici y a zumbar, iba a intentar recuperar lo perdido. Cuando salí al campo me sentía bien, fuerte y fui cazando a corredores más diestros que yo, pero menos “btteros”. Llego a la zona técnica, nuestra “Barranca” un paraíso para la BTT que por suerte tenemos junto al pueblo. Disfruto de las zonas rápidas y retorcidas, adelanto donde puedo, y me dirijo a por otra vuelta. La historia se repite, pedaleo con lo que tengo en las pistas y me divierto en la zona técnica, así hasta llegar a la transición, otro cambio de tercio.


Salgo de la zona de transición como un tiro (notesé que un tiro para mí es un ritmo dudoso para el resto), mantengo ese ritmo y consigo dar caza a otro compañero que iba delante y tenía que aguantarle ahí hasta el final, tras 2000m  con él junto a mi oreja, me quedaba en la recámara un último cartucho, un último cambio de ritmo, me consigo despegar de él y entrar en solitario bajo el arco de meta. Resultado final cansado, pero entero y con un más que satisfactorio 4º puesto local. 


La novena edición había concluido y no podía estar más orgulloso de mi gente y del equipo que formamos!!

Con apenas una semana de diferencia el 24 de septiembre me presento en el Triatlon Sprint playas de Punta Umbría. Esta vez tocaba madrugar, la natación empezaba a las 9:00 y tanto yo por afición como mi familia por devoción (muchas gracias por el sacrificio) íbamos saliendo de casa a las 7:30 un domingo.


Nos ponemos en marcha, neopreno listo, ¡He conseguido entrar en él y en el tri-traje!, en sus marcas, bocina y a nadar. Guantazos, manotazos y patadas por todos lados, una auténtica guerra hasta llegar a la primera bolla para encarar la recta en la que ya cada uno alcanza su zona de “confort” (la mía es el sofá). Brazada a brazada con un ritmo sostenido llego al arco de salida del agua y de ahí a la transición, pero ante los saludos, mi familia me ha visto llegar y no deja de animarme. Mala transición, con perdida en boxes incluida, lenta, muy lenta lo que conlleva que no pille a mi grupo en bici.




La bici brutal, muy rápida sin poder pillar un grupo que me facilite y me disminuya el esfuerzo, me tocaba remar solo, velocidad de crucero puesta a 35km/h, había que terminar sin caerme y con ganas de correr (esas ganas no las tengo nunca) terminadas las dos vueltas es decir los 20km llego a la transición, la gente a pesar de lo temprano de la prueba anima a tope y eso da alas. 


Transición rápida, esta vez sí, zapatillas y a correr 5km por delante para aguantar y sufrir, el primer km se me hace largo pero el ritmo era bueno, mucho más que bueno. Lo consigo mantener en la primera vuelta, en el punto de giro ellos, animando sin parar. Última vuelta, no levanto el pie, literal y simbólicamente, mantengo ese ritmo a pesar de mis zapatazos y puedo apretar para llegar a meta. Otro triatlón terminado!
 



Se acabaron las pruebas hasta finales de octubre que me enfrentaré al IM 70.3 de Cascais, que es mi gran objetivo de la temporada. Estas pruebas me han dado un plus de confianza, creo que las cosas las estoy haciendo bien, siguiendo los preceptos de Adrián Ruano y siendo constante estoy consiguiendo cosas que no pensaba que podía alcanzar. 

Como siempre mi familia es el pilar más importante sobre el que he levantado esta forma de vivir, de sufrir y disfrutar, sin su apoyo sería imposible y sinceramente, no valdría la pena. 

El 21 de octubre espero volver a escribir una página de este diario, para bien o para mal, pero seguro que para aprender. 
Hasta entonces, como siempre: Nada, pedalea y corre…

No hay comentarios: