Como última prueba antes de Mayo, me presentaba en Torre del Mar, un precioso enclave costero en plena Axaquía malagueña. La idea era hacer un Half, ya algo serio de cara a lo que se me viene en lo alto.
A las 6:00 en planta, a las 8:00 empezaba la natación y había que estar temprano en los boxes. Mi dorsal el 7, pedazo de número. La imagen idílica de ver amanecer en la Costa del Sol se preveía fantástica, pero los 7° que hacía y la previsión de fuerte viento, no me dejaron disfrutar de las vistas. Entre tiriteras y lamentos nos fuimos a cámara de llamadas, allÍ nos comunicaron que según reglamento dada la diferencia de temperatura entre el agua y el exterior nos recortaban el agua a la mitad. FrÍo, mucho frÍo.
Arrancamos, mucho mejor dentro del agua que fuera, esta vez la natación se me dio algo mejor, el agua estaba más tranquila que la vez anterior y controlé mejor los nervios. Primera boya fuera, giro a izquierda ahora por la segunda y buscando la salida. Llego bien, en mis tiempos y con buenas sensaciones ahora tocaba quitarse el neopreno y montarse an la bici para hacer los más de 80km que tenía el sector.
De nuevo frío mucho más que frío empapado empiezo a pedalear a un buen ritmo pero frío, una jartá de frío. Las velas de mocos me llegaban a la rodilla. El circuito era bastante llano, solo un repecho y una subida importante de unos 2 km con alguna rampa de hasta el 10%. Una vez subida sólo quedaba bajar a 60km/h y empezar a llanear. El mantra siempre el mismo, pedalar acoplado el mayor tiempo posible y hacerlo sólo, #NODRAFTING (aunque 800 bicis en un circuito de 20km..... difícil el no ponerse a rueda); comer cada 20-25mim para ingerir lo planeado y beber una y otra vez para aportar sales al cuerpo. Así fueron avanzado las vueltas, en cada una de ellas Nati y los niños me alentaban en el punto de giro, era la recarga que necesitaba. La bici la hicimos con un curioso aire que soplaba lateral pero favorable a la ida y algo de cara a la vuelta. Pero todo cambio en el último giro, un viento de más de 30 km/h hizo acto de presencia, "Aquí estoy Yo" dijo Eolo y sus santos cojones para hacernos sufrir y probar lo que es el viento en contra durante 10 interminables kilómetros, pero llegué, llegue entero, había controlado todo, la potencia, la cadencia, la comida y la bebida, me sentía bien.
A la transición, llego, suelto la bici en el suelo (no podíamos colgarla del sillón porque se caían con el vendaval) cojo el gel y la barrita para comer durante la carrera a pie, me calzo y a correr. A la salida veo que Óscar se acerca corriendo a verme, me paro y los espero, lo tenía claro esta vez iba a disfrutar con ellos cada vuelta. Les saludo les indico que toco OK comienza la media maratón. El frío, si el joputa del frío sigue y hace que no me sienta los pies, me duelen, no los siento pero corro, peor de lo habitual -¡SI, ES POSIBLE!- pero avanzó a ritmo constante con un vendaval que me frenaba a la ida pero me ayudaba a la vuelta.
El recorrido era todo el paseo marítimo de Torre del Mar, con 5 km, por vuelta y hasta pasados los primeros 7,5km no noto los pies pero algo raro notaba en el pie derecho, algo molestaba, parecía que hubiese algo de arena en la punta del zapato, no me lo podía creer. Así hasta llegar al km 10 donde tras saludar a mis enanos, me quito la zapatilla para ver que carajo tenía. Juancojones Gonzalvez se había dejado un GEL dentro, pa matarme. Vaya plantilla guapa! bueno vamos a intentar correr mejor la segunda mitad, 🤣. Sigo corriendo, el avituallamiento para valientes, durante el paseo teníamos que bajar y subir 6 escalones (2 veces por vuelta, 5 vueltas, hagan las cuentas) y el punto de agua estaba abajo ellos, pararse en el avituallamiento era un suicidio para los cuádriceps. Así viento parriba, viento pabajo, paseo parriba y paseo pabajo encaro la meta. Ellos están ahí, han estado a cada vuelta, pasando frío y aguantando el viento, pero están, siempre están ahí! Cruzo la meta en 4:35:52, orgulloso, satisfecho y buscando a mi pequeño cómplice que viene a abrazarme. Se acabó este MD y ha sido un gran test, los entrenamientos de Ruano y consejos de mis compañeros van dando los resultados esperados.
Esto va llegando a su fin, sólo 6 semanas por delante para la gran prueba y espero poder estar a la altura. De momento seguiré nadando, pedaleando y corriendo hasta llegar pero sobre todo seguiré disfrutando del camino hasta la línea de salida. Lo que pase después, ya se verá.
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