jueves, 3 de mayo de 2018

La historia de un triatlón y dos grandes caleteros

Gélida mañana se levantaba en la capital hispalense el pasado domingo 29 de Abril. Meteorología típica de climas tropicales, en las que se intercalaban las nubes con intensos rayos de sol, pero conforme avanzaban las horas, el día se ponía más apetecible para la práctica de esta dura pero bonita modalidad. 


El público se congregaba en las instalaciones del CAR de Remo de Sevilla, bajo uno de los puentes insignias de nuestra maravillosa ciudad. Dos caleteros se aventuraron a participar. Dos valientes, dos guerreros, dos fenómenos de sangre azul cielo, la sangre de los que nunca se rinden, la sangre de los que nada puede con ellos...


Ambos participaban en la distancia Sprint, en la cual se nadan 750 metros, se recorren 20 km en bicicleta y se corren 5 km, en ese mismo orden.


La clasificación de los caleteros fue la siguiente:
Manufa Loctite: Puesto 34 con un tiempo de 1:19:30 horas.
- Cerrojo Nash: Puesto 201 con un tiempo de 1:35:40 horas.

A continuación os dejamos la narración de la prueba por parte de Cerrojo Nash, el cual debutaba en esta modalidad y para el que el terminarla era más que un reto, era un punto final, un final a 9 meses de impedimento físico (y cojera como Fraga), a la superación de una intervención de espalda hace escasos 5 meses, con muchas incertidumbres:


“La prueba comenzó pasadas las 12:30 horas, cuando más apretaba el sol y el agua del río, la cual no hace justicia con los colores y olores de la bella Híspalis, empezaba a coger una temperatura adecuada. Corriente fuerte, provocada por los vientos que se intensificaban durante la duración de la prueba. 

Una vez finalizada la parte del agua, tocaba hacer rápida la transición y pedalear, pedalear como si no hubiese un mañana, como si el mundo fuera a desaparecer. Cosa que pareció tal cual, ya que el cielo se cerró y comenzó el diluvio. Esto hizo que se hiciese más dura aún esta parte, muy poca visibilidad se podía conseguir debido a la intensidad de la lluvia.

A la llegada a boxes, despójate de casco y sustituye las calas por los botines de correr, o como dicen los modernitos ahora, “running”...teskieiyá!!! Tocaba disfrutar, el cielo se abría, aparecía el amigo Loren y el paisaje era inmejorable. 5 km a través de uno de los pulmones de Sevilla, el parque del Alamillo, con su gente, con su encanto, con muchas domingueras guapas paseando... Libres domingos y domingas, ay omá!

Tras esos 5 km, la ansiada recompensa, la llegada a meta. Desconocidos aplaudiendo y dándote el último aliento. Te quitas las gafas, las limpias y te las vuelves a colocar para disimular la emoción de tus ojos. Solo por unos instantes, te sientes un campeón, ERES UN CAMPEÓN, te dices a ti mismo, cruzas la meta con mucha rabia y gritas “OLE TUS HUEVOS MORENOS Y PELONES”... 


Objetivo cumplido, todo el entrenamiento y esfuerzo depositado, y todo lo sufrido física y psicológicamente, ven su recompensa... el punto final... el punto de inicio!"

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