miércoles, 26 de octubre de 2022

Diario de un TriCatleta: I Triatlón Sprint Playas de Mazagón. “Triatlón see you later!!”

Se cierra la temporada de Triatlón este año. La recuperación de un triatlón en una de las localidades costeras insignias de nuestra provincia era para celebrarlo, no se podía fallar, y allí estaría, no quería faltar a la cita. 

 
Estas semanas tras la última prueba celebrada en Ayamonte, han sido intensas, he vuelto a competir y disfrutar en BTT, que es la modalidad de ciclismo en la que me divierto y disfruto, pruebas como el Reto Ciudad del Vino en Bollulos Par del Condado, a finales de septiembre, donde compartí dorsal con un gran amigo, Álvaro Pérez Huelva, que aceptó mi reto (a buena hora) y se zambulló de cabeza en el reto, donde se dejó la piel y algo más. O la media maratón BTT Pinares de Cartaya que se celebró la semana pasada, una prueba de BTT puro y duro, donde a pesar de tener ritmo y algún tropiezo que otro, cuando mejor iba,¡¡ ZASCA!!, Manolito rodando por los suelos, con resultado final de retirada a 15km de meta y rozones varios sin mucho daño ni a la bici ni al culotte (que después de ver mi pantorrilla, demuestra que es de calidad, ni un rozón tiene el tío). Tras una semana de recuperación, tocaba volver al Triatlón, así que allá vamos. 

Este fin de semana en plena Feria de Octubre de Trigueros, y tras permanecer horas y horas de pie en el STAND que teníamos en dicha Feria de Muestras (motivo por el cual esta vez ni mis niños ni Nati pudieron acompañarme) me  levanté con las piernas ya cansadas (más que al otro día tras Lanzarote), las piernas y todo yo. Si a eso sumamos el chaparrón que caía a las 9:00 de la mañana, cargar la bici y los demás bártulos en el coche para ir a competir era de por sí una prueba deportiva de alta intensidad, y un test de confianza a mis ganas de participar.

Tras la escampada, en la que todo se calmó, pillamos el dorsal, entramos en boxes, y sorpresa!! Agua a 22.5ºC  lo que es lo mismo el 23 de octubre a nadar sin neopreno, el Cambio Climático ha venido para quedarse (muy a mi pesar). Pues nada a pecho descubierto al pantalán de salida, bocina y al agua. 


La salida en el agua fue un poco caótica, salimos desde un pantalán algo escorado donde todos buscaban arañar algunos metros antes de tirarse al agua y tener menos metros hasta la primera boya. Me lanzo al agua algo tímido, no quería que se echaran encima como en alguna prueba de humor amarillo. Nadando intentando no llevarme muchos golpes y cogiendo ritmo llegué a la primera marca, ahora tocaba buscar la segunda, pero no la veía. Dada la corriente que había esa segunda se fue desplazando, se fue lejos la puñetera, no llegaba nunca y en determinados momento parecía que iba nadando en sentido contrario. Por fin la encontré ahora a encarar la salida del agua, brazada tras brazada y con un sutil y continúo toquecito en mis pies por parte de otro competidor en cada una de sus brazadas, ¡No había más playa picha!! por fin tras casi 900m (sobre el papel 750m) pude salir de agua, primer objetivo cumplido.



Tocaba la bici, transición algo lenta, en la que me salté mi puesto y tuve que volver sobre mis pasos. El circuito no me beneficiaba mucho, era muy rápido y peligroso, 3 vueltas a una recta interminable con dos pequeños repechos en los extremos y con badenes enormes (casi había que poner el plato chico para subirlos). Viento lateral favorable a la ida y desfavorable a vuelta. Salgo sólo e intento pillar alguna rueda pero no consigo conectar con nadie que fuese a mi ritmo, los voy adelantando, subo el primer repecho metiendo piñones para arriba, giro 180º y para atrás.  La vuelta igual buscando una rueda que me cobijase del viento, pero nada. No fue hasta empezando la segunda vuelta cuando uno me pasa en bici e intento pillarlo, lo consigo, el tipo pedaleaba de vicio, me costó trincarlo. Conseguí aguantarlo y a veces hasta le daba un relevo que otro, pero tiró casi todo el recorrido. En la vuelta vimos un compañero tirado en el suelo, el recorrido se habría cobrado su primera víctima, según informaciones, clavícula rota. ¡¡Mejórate compi!! Ya con el susto en el cuerpo y el mal sabor de boca que te deja ver algo así, avanzamos cada vez más rápido para completar la tercera vuelta, menudo calentón me está pegando el 68. Sólo pensaba, en la transición, en la carrera a píe y mis sensaciones cuando me bajase de esa bici tan apretada. 



Llegamos a la línea de desmontaje, me bajo bien. Esta vez sabía dónde estaba mi puesto. Transición rápida, salimos a correr, había que completar dos vueltas entorno a los atraques del puerto de Mazagón, un recorrido totalmente plano corriendo entre barcos y algunas artes de pesca, veía como los que iban por delante corrían con gracia y elegancia, mientras que yo me sentía tan patoso (como siempre nada nuevo) me daba grima hasta a mí (imaginaros a los espectadores) que cuadro. Pasaban los kilómetros, pero a pesar de todo mis ritmos iban mucho mejor de lo que me podría esperar e incluso pasando a compañeros incluidos algunos que pensaba que irían más adelante. Por fin último kilómetro aprieto lo que me dan esas patas descoordinadas que tengo, subo el ritmo, procuro no tropezarme conmigo y encaro el arco de meta. Algunos gritos de ánimos me suben la moral y hacen más llevadero el sprint final. La temporada de Triatlón había acabado. 





Toca duatlones tipo cross, los que me gustan. La natación en aguas abiertas quedará para 2024. Espero no aterrizar muchas veces en el periplo “bttero” aunque no prometo nada. Mientras llega el próximo duatlón Lagunas de El Portil (El de Moguer me lo pierdo), toca entrenar para las transiciones pie-bici-pie, pero sobre todo toca disfrutar del campo y sus bondades. Nos vemos en la próxima!!!!……pero como siempre para llegar tendré que seguir nadando-pedaleando y corriendo.

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